lunes, 29 de julio de 2013

Añorando la nieve

Hacer hielo, escribe Miguel Ángel Curiel. Hacer sólido lo que se escapa entre los dedos. Darle a lo frágil apariencia de eternidad.
Esa añoranza de un frescor que ahora parece amable. La muerte bajo el hielo detiene el instante de la belleza.

Una huella en la nieve, ¿es eso todo?
El paso por la vida que cubrirá otra huella.
Y más nieve y memoria y tanta, al cabo, 
nieve que cubre, que se desmorona
y luego nunca más, senda de nadie.

jueves, 25 de julio de 2013

No sabes cómo, pero un día sucedió. Esa metamorfosis por la cual tu espejo dejó de ser tu espejo. Y empezó a reflejar solo extrañeza.
Oigo gatos fuera. Sus maullidos feroces hablan de rabia y celo. Solo puede haber un ganador. Y la hembra que lo espera.
Acaso el amor humano sea también así. Mis garras desgarrando tu piel, tus garras llevándose mi carne. Las palabras más crueles. Mientras los años se disuelven sin dejar ni la espuma del afecto.
Frente a frente. Ya nunca mano en mano.
Se han callado los gatos. Ningún vencedor entona su triunfo ante la indiferencia de la noche.
Si ha habido muerte, si ha habido miedo, si hay desilusión, fluyen en silencio.

"Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?"

martes, 23 de julio de 2013


Solo he visto luciérnagas en Alemania. Un paseo nocturno a las afueras de algún lugar que ya he olvidado me acercó esa fosforescencia verde. Y mi mano fue la pantalla de piel que transportó su llama.
No había ansias en amores inflamando la noche, sino un viaje hacia la desmemoria, como si huir del dolor lo aminorara.
De repente volvió. De esa manera. Un gusano de luz que se vino conmigo como el que me roía el corazón.
Las habrá en otros sitios, no lo dudo. Pero no para mí. Serán las experiencias, los recuerdos de otros. A mí me pertenecen mi paseo, mi noche, mi luciérnaga, mi verdinosa luz. Y las palabras con que logro evocarlos.

sábado, 20 de julio de 2013


Lunar, alunada, lunática
Pero luminosa.
Impredecible.
A veces me sorprende la noche en la calle, pocas veces.
Al levantar la vista allá está ella. Riéndose.
Crees que ha sido casualidad -me dice- pero yo te he llamado.
¿Y cómo resistirse a su grávida voz?
Ciclos de luna, ciclos de alma, ser regulada en la irregularidad. Saber que algo decide donde la voluntad no alcanza.
Esta noche me observa su fulgor. Escribo con sus dedos, la respiro.

Alunada, lunática. Lunar.

 


viernes, 19 de julio de 2013

Huérfana


Soportar la tormenta. Todas las tormentas interiores. Desplegar la resistencia. Ya escampará.
Mientras tanto gozar de la belleza de esta lluvia de verano , de su embriaguez de ozono. Los pulmones, ellos también,  saben del aroma de la libertad.
 


lunes, 8 de julio de 2013

e il naufragar m'è dolce in questo mare






















Tan adentro llevo el mar que apenas lo visito. Su olor, su música, los arabescos de su espuma se adentran en la memoria de aquella niña de interior de veranos galaicos.
Mi piel aún sabe a sal. Sal marina mis lágrimas.
No es mi igual. No lo humillo. 
Contemplo su estatura desde el promontorio de mi propio espejismo.




 


domingo, 7 de julio de 2013

¿Adónde el camino irá?


Es tiempo de partir. De buscar metas y hollar caminos nuevos. Sabiendo -y sin saber del todo- lo que espera detrás.
Hacer maletas. Desplegar ilusiones. Saber que hay fronteras que crea nuestra mente, que erige el miedo.
Traspasarlas.
Cuando los pies las cruzan no se rasga el velo del templo ni tremola la tierra. Pero la mirada cambia.
Abrir. Lo importante es abrir.
Y apretar el abrazo.

viernes, 5 de julio de 2013

Cuentan de un sabio que un día

Desconocimiento. Qué necesario para intentar, sobre sus hombros, alcanzar las uvas verdes del conocimiento. Quien cree haber llegado no franqueará nunca las infinitas puertas que conducen más allá. Aunque hay caricias que las manos no dan nunca. Frutos que el árbol cría solo para los pájaros.
La humildad del que ignora es la puerta, es la cerradura y la llave misma. Saber que no se sabe. La turgencia del no.
Y un día, luz. Re-conocer. Ese fulgor.
Rozarlo apenas, plenitud de lo efímero.
Es preciso mirar aún más arriba. Más lejos. Desconocer de nuevo.
Seguir la búsqueda a uñas y alas.
La búsqueda es la vida.
















miércoles, 3 de julio de 2013

Al alba

¿Quién, al despertar, no ha sentido alguna vez que su lado animal había tomado las riendas?
Su lado león, su colmillo de lobo, su servilismo gusano, su dinosaurio aún allí, escarabajándose. Ese otro yo subyacente que la voluntad suele domar y el sueño deja libre.
¿De verdad Gregorio se convirtió en otra cosa distinta de lo que ya era?
¿Y entonces? ¿No dormirse, mantener en vigilia la humanidad pensante que sujeta a la fiera? ¿"La humanidad pensante"?
¿No sería mejor no despertar?

En todo caso, como diría Franco Battiatto: "El animal que yo llevo dentro te ama a ti."

martes, 2 de julio de 2013

los libros también son para el verano

A veces resulta difícil encontrar el momento necesario para la lectura demorada y sustanciosa. No soy enemiga de la compulsiva y voraz, pero también necesito de la otra. Que es en realidad la que va esparciendo en el organismo su vitamina con lentitud y aprovechamiento.
Llega el tiempo de leer de todas las maneras y en todas las posturas.
De impregnarse la piel sin protección solar.
Libros que me esperan, y los que aún no sé que me esperan.
Algunos me decepcionarán.
Pero ¿no es vivir acumular desilusiones cuando es una ilusa genéticamente predispuesta?
Acepto el error. Que en mí, viene del candor.
Creo en personas que no lucen más que máscaras huecas. ¡ERROR!
Creo en ideas que en su cogollo albergan las contrarias. ¡ERROR!
Creo en amores de dicción generosa y acción cobarde. ¡ERROR!
Creo en mí misma... a veces. ¡ERROR, ERROR, ERROR!
Por lo tanto, ¿cómo no sucumbir al canto sirénido de un nombre, de una crítica amable, de un lustre que a la corta es más de lo mismo o menos aún?
Poetas inflados, narradores del lugar común, prosas sin exigencia, imperio de la facilidad en nombre del puré digerible por todos los estómagos.
En esta sociedad envejecida que requiere papillas y pañal. Y mucha complacencia.
A leer, que son dos días. Que es un tiempo sin relojes. Que es un silencio de neuronas.
Y a escribir. Acaso.

lunes, 1 de julio de 2013

Agua redonda

Una, dos, agua. Fluir hacia sí misma, hacia el círculo interno donde no cabe nadie.
Tres, cuatro, aire. Planicie que no abarcan los ojos. Solo la inteligencia sabe abrir. Sabe dar.
Crecen los dedos como raíces. De las raíces pende el árbol. Los pájaros enterraron su canto. Burbujas de sonido horadando lo antaño consistente.
Naturaleza tierna que se crece en lo efímero.
Cinco, palabra.
Paladear palabras, su redonda
mudez.