De Ventana inversa al mundo
Abruma
la mordedura
rabiosa del dolor,la quemadura dulce, casi niña,
que ha venido a quedarse,
que se sienta a mi mesa e interroga.
Si no sé lo que quiere
Si no sé lo
que quiere con sus ojosSi no sé lo que quiere con sus ojos decirme.
Si he perdido
la mano con la que retenía,
el pie con el
que huyo,la lengua en la que invoco: “¿y yo qué soy?”,
qué
soy
(yo mismo el más perdido
sin arena y desierto, sin abismo
de código insondable)…
Me abruma
la rabia
mordedora del dolor,la urgencia por abrirme de par en par la carne,
el cuerpo en
alma viva.
Y saber que el
gusanode este desasosiego se fortalece en mí.
Yo lo alimento.
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