13 naufràgios (+1). Carlos Ramos. Edições Fantasma 2019.
El nuevo libro de Carlos Ramos, poeta y fotógrafo portugués
de Peniche, lleva un nombre nada casual: 13
naufràgios (+1), pues alude y evoca
los días pasados en el consolidado festival Poesía para Náufragos de Cuenca, de la mano de su traductor, el poeta Miguel
Ángel Curiel.
Pero, además, entre ese
y otros mensajes del naufragio poético asoma un intenso diálogo
entre el mar y los ríos que estrechan el corazón de Cuenca. El poeta es capaz de conjugar ambos lenguajes líquidos,
como pueden dos cuerpos acunarse, fundirse, ser agua unísona. Lo salado, lo
dulce, lenguas de sabor distinto. Largas lenguas que dan forma al último beso,
al “primer gato / que salta sobre los hombros de la / madrugada” (o
primeiro gato que salta sobre os ombros da
madrugada).
De esa fusión brota la amistad del mismo modo que brota la
poesía. Porque el poema es un lenguaje y muchos, pero es también un cuerpo.
Como cuerpo, padece el abandono y la carne
desamparada, goza la plenitud del abrazo, es un olvido y un encuentro; como
lenguaje, se sabe y se debe compartir.
El poema es también un naufragio: todo su horizonte es
océano, la inabarcable sal.
Y cicatriz de agua. Con él se cierran las desgarraduras que abre la vida. Las sella y cauteriza con
dolor, restaura lo que fuimos, reanima. Anticipa en palabras los recovecos
húmedos de donde ha de nacer el nuevo yo.
Y el poemaque es voz en movimiento
bate las rocas como las bate el mar.
Dice Carlos Ramos que “escribir para la oscuridad / es un
oficio de luces” (escrever para a escuridão / é um oficio de luzes).Dice el poeta Carlos Ramos que escribe con una máscara en el rostro, invisible, inaudible
Si así no fuese
todo ardería. (Si
assim não
fosse/ tudo arderia).
El náufrago fundido con el sol.
Muchas gracias por tu generosidade Pilar. Muchas gracias de corazon.
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