viernes, 24 de julio de 2020














 Del poemario Yo escribo la noche, Chamán Ediciones, junio 2020




 
 

-PARA QUE LA CICATRIZ RESPIRE-

Abro mis vértebras para contarme:
no me alcanzan las piedras, los botones de cuarzo reluciente,
no me alcanzan las gotas sobre la herida húmeda.
Podría descolgar mi esqueleto y construir un puente de pudieras,
la arquitectura de una ciudad rendida justo antes del incendio.
No me llegan los cabellos de las mujeres tristes, el ábaco de contar abandonos,
el mismo error repetido hasta el vómito.

Una alfombra
de fango
para ocultar las huellas.
Pestañas para que su abanico
disperse las mañanas en jirones.

Abrir el cuerpo como ventana de un cuarto sin ventanas, mi horizontado cuerpo contra el vidrio empañado que protege la [infancia.
El dibujo de una niña antes de hacerse dedo
sobre el vaho dormido.

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